Un reciente artículo publicado en la revista Science pone el foco en los objetivos necesarios para la conservación de la biodiversidad global de 2020 a 2030, los cuales deben tejerse juntos en una red de seguridad y fijarse con un alto nivel de ambición. La investigación fue llevada a cabo por integrantes del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural, Unidad Ejecutora de doble dependencia entre la Universidad Nacional de Río Negro y CONICET (IRNAD - UNRN/CONICET) junto a un equipo internacional de 60 investigadores/as de 26 países, dirigido por científicos y científicas de la Comisión de la Tierra.
El estudio evaluó los objetivos propuestos por el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) para conservar la biodiversidad global de 2020 a 2030. Se indagó sobre la evidencia científica que los respalda, cómo estos objetivos se refuerzan o socavan entre sí y si una de estas facetas de la naturaleza podría servir como “atajo” para todas las demás. El resultado es una evaluación independiente, científicamente fundamentada, y exhaustiva, sin precedentes. “Esperamos que sea una herramienta útil en las negociaciones de la CDB sobre una nueva estrategia para la naturaleza y las personas”, comentó Sandra Díaz, autora principal del artículo (Universidad Nacional de Córdoba/CONICET).
“Actualmente estamos viviendo un momento de vital importancia dada la impactante pérdida de biodiversidad en todo el mundo. A pesar de esta amenaza, los objetivos que los países se han fijado hasta 2020 para detener este declive, han fracasado en gran medida. Es urgente realizar un cambio transformador que englobe, además, la dimensión social y política. Estamos en tiempo de descuento, pero aún es posible generar un cambio a favor del planeta” sostuvo Lucas Garibaldi, coautor, integrante de la Comisión de la Tierra y director del IRNAD.
Según las y los científicos, las naciones miembros de la CBD deben tener en cuenta tres puntos críticos al establecer y negociar los nuevos objetivos de biodiversidad:
En primer lugar, sería arriesgado plantear un objetivo único para la naturaleza basado en una sola de sus facetas, por ejemplo, centrarse únicamente en la extinción de especies o en la extensión de los ecosistemas. Al estar las distintas facetas de la naturaleza entrelazadas, es mucho más seguro tener objetivos específicos para los ecosistemas, las especies, los genes y las contribuciones de la naturaleza a las personas. Es el modo de asegurarse de que ninguno de ellos se quede atrás, ya que todos son necesarios para alcanzar la visión compartida adoptada por la CBD de "Vivir en armonía con la naturaleza".
En segundo lugar, dado que las facetas de la naturaleza están interrelacionadas y se afectan mutuamente para bien o para mal, los objetivos deben definirse y alcanzarse de manera integral, no de forma aislada.
En tercer lugar, solo el nivel más alto de ambición para establecer cada objetivo y la implementación de todos los objetivos de manera integrada, dará una posibilidad realista de "torcer" la curva del deterioro de la naturaleza. No será suficiente tener, por ejemplo, un objetivo ambicioso para reducir la extinción de especies si los objetivos para los ecosistemas y la diversidad genética no son también ambiciosos.
El documento concluye que, a menos que las diferentes facetas se contemplen juntas y que las ambiciones sean muy altas para cada una de ellas, hay muy pocas posibilidades de hacer la transición hacia un futuro mejor y más justo para toda la vida en la Tierra. Claro está que “construir una red de seguridad lo suficientemente ambiciosa para la naturaleza y la gente será un gran desafío global”, dijo Díaz, “pero a menos que lo hagamos, dejaremos enormes problemas para todas las generaciones futuras”.
Para ayudar a precisar estas recomendaciones generales, las y los autores han elaborado una lista de verificación de puntos clave de cara al acuerdo de los objetivos de biodiversidad para 2030, que se celebrará en la 15° Convención de las Partes en 2021.
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Comisión de la Tierra
La Comisión de la Tierra es una comisión científica que incluye un equipo global de científicas y científicos líderes y cinco grupos de trabajo convocados por Future Earth, la red de científicas y científicos de sostenibilidad más grande del mundo. La Comisión de la Tierra es la piedra fundamental científica de la Global Commons Alliance y su misión es definir un corredor seguro y justo para las personas y el planeta, e informar el establecimiento de objetivos basados en la ciencia para ayudar a mantener los sistemas de soporte de la vida de la Tierra: el clima, tierra, biodiversidad, agua dulce y océanos.
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