Una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial publicó un artículo del Dr. Dominique Derauw, docente investigador de la UNRN y del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPyG) de la Universidad.
Nature, una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial, publicó en portada un artículo sobre el lago de lava abierto del Monte Nyiragongo en la República Democrática del Congo, antes de su drenaje catastrófico. El artículo cuenta con la participación de más de 30 investigadores, de los cuales uno de ellos es el Dr. Dominique Derauw, docente investigador de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPyG), unidad de doble dependencia con el CONICET.
En la publicación, los investigadores explican que el período previo a una erupción volcánica generalmente se caracteriza por señales geofísicas y geoquímicas, que pueden formar la base de un sistema de alerta temprana. Sin embargo, ese no fue el caso de la erupción del Nyiragongo del año pasado. Se abrieron fisuras en el flanco del volcán el 22 de mayo de 2021 al comienzo de una erupción de seis horas que comenzó prácticamente sin previo aviso. Al confundir las teorías estándar sobre cómo comienzan las erupciones, Nyiragongo pasó a experimentar actividad sísmica durante días después de la erupción, en lugar de antes.
El modelo de los investigadores sugiere que la erupción fue provocada por una ruptura en el edificio del volcán, que posteriormente provocó una intrusión de magma a través de un dique de 25 km de largo a unos 500 metros bajo tierra. La progresión del dique fue responsable de la principal actividad sísmica sentida.
El equipo señala que pronosticar tales eventos es excepcionalmente difícil, lo que sugiere que se debe poner mayor énfasis en las señales precursoras sutiles y la preparación anticipada para tales peligros.
Derauw, oriundo de Bélgica, ha desarrollado una extensa labor en el Centro Espacial de Lieja, donde se especializó en interferometría diferencial. Las técnicas de interferometría diferencial permiten cuantificar los desplazamientos verticales del terreno con precisión superior al centímetro, eliminando las limitaciones inherentes a los métodos clásicos, ya que permite monitorear grandes extensiones de terreno.
Estas pueden ser utilizadas en estudios de movimiento de suelos y laderas, subsidencias del terreno por explotación de recursos (hidrocarburos, agua, minería, etc.), fluctuaciones de embalses, movimiento de glaciares, movimientos sísmicos, monitoreo volcánico, entre otros campos de aplicación.
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