Las especies exóticas invasoras son plantas, animales, hongos y microorganismos transportados por las personas, de manera voluntaria o accidental, fuera de su área natural de distribución. Estas especies representan la segunda causa de la pérdida de biodiversidad en nuestro planeta y los ecosistemas acuáticos se encuentran entre los más afectados.
Si bien no existe una estimación global del impacto de las especies invasoras exóticas sobre la economía argentina, se sabe que muchas de estas especies producen efectos significativos sobre la biodiversidad nativa y serios impactos socioeconómicos, los cuales pueden ser intensos y persistentes sobre sectores vulnerables de la sociedad.
“Didymo” o “moco de roca” (Didymosphenia geminata) fue identificada por primera vez en Argentina en 2010 en el río Futaleufú, en la provincia de Chubut. Es una microalga con alto poder de propagación y elevada capacidad invasiva en cortos periodos de tiempo.
Su presencia masiva en aguas dulces de América del Sur produce cambios en la calidad del agua y alteración del hábitat existente, afectando la biodiversidad.
La invasión de la Didymo impide el crecimiento de otras algas, provoca la disminución o desaparición de marcoinvertebrados (insectos, crustáceos y caracoles acuáticos, entre otros) y afecta las áreas de alimentación y reproducción de peces. También incide en el aspecto visual de los ambientes acuáticos, afectando al sector turístico y la economía de la región.
“La principal preocupación socioeconómica actual para la región es el desarrollo de floraciones en ríos y lagos, donde se realiza la pesca deportiva de salmónidos, por sus efectos en los ecosistemas”, sostiene Pablo Macchi, docente investigador del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) de la Sede Alto Valle y Valle Medio de la Universidad Nacional de Río Negro que funciona en General Roca, Río Negro.
Sin embargo, el impacto de la Dydimo ha sido poco investigado en Argentina. A su vez, los estudios realizados no tienen en cuenta otros aspectos clave en la propagación de esta alga, como la invasividad y la invasibilidad.
Macchi y un grupo de investigadores llevan adelante por primera vez en la región un estudio integrado que analiza el potencial invasor de la especie, la susceptibilidad del ecosistema de ser invadido o su grado de receptividad y los impactos del ambiente, incluido el conjunto de organismos vivos o biota.
“El conocimiento integrado de la invasión posibilitará elaborar e implementar mejores estrategias de gestión y gobernanza, centradas en prioridades bien definidas, que permitan el desarrollo de programas de bioseguridad de especies invasoras”, sostiene.
El objetivo será minimizar su dispersión y sus efectos negativos a nivel ecológico, social y económico.
Sobre Pablo Macchi
Pablo Macchi es Licenciado en Saneamiento y Protección Ambiental y Doctor en Ciencias Naturales. Actualmente es Investigador del Instituto de Paleobiología y Geología de la Universidad Nacional de Río Negro, en la Sede Alto Valle y Valle Medio en General Roca, provincia de Río Negro.
Su línea de investigación es la ecología acuática y la bioindicación de la calidad del agua. Es Profesor de Ecología y Perspectivas Ambientales en la Universidad Nacional de Río Negro. Ha realizado diversas publicaciones de artículos, capítulos de libros y libros relacionados con la problemática del agua y la degradación de los ríos y humedales patagónicos. Ha participado en diversos proyectos de investigación nacionales e internacionales en sobre ecosistemas acuáticos y sus problemáticas.
Es coordinador de la Red Analítica de Latinoamérica y El Caribe(RALACA-IAEA) e integrante de la red IBEPECOR y del programa INHIBE (Invasiones Hidrobiológicas Iberoamericanas).