El Doctor en Física Dominique Derauw llegó la semana pasada a General Roca para empezar a formar parte de las investigaciones del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN). El experto del Centro Espacial de Lieja, Bélgica, desarrolló herramientas para medir la topografía o los movimientos del suelo con una precisión de tan sólo algunos milímetros. Se denomina interferometría diferencial y utiliza las imágenes de los satélites radar, como es el caso del satélite argentino SAOCOM, recientemente lanzado en octubre desde California, Estados Unidos.
Derauw destacó que conoce nuestro país desde hace casi 20 años, justamente cuando empezaba a trabajarse en el desarrollo de herramientas para utilizar las imágenes producidas por el satélite SAOCOM. A través de un convenio entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Centro Espacial de Lieja, aterrizó en Buenos Aires en 2001 donde empezó a participar activamente del proyecto. A partir de allí, visitó Argentina en otras 10 oportunidades.
No obstante, desde este año, forma parte del grupo de investigadores del CONICET y trabajará junto a otros profesionales del IIPG para desarrollar un laboratorio de tratamiento de imágenes satelitales, teniendo como objetivo la observación de los volcanes, llevada a cabo por el Laboratorio de Estudio y Seguimiento de Volcanes Activos (LESVA). También será profesor de Física en la carrera de Geología que la UNRN dicta en General Roca.
“Hay un montón de observaciones para hacer con el movimiento de la tierra, como los volcanes. La idea es ayudar a los volcanólogos a comprender cómo funciona el volcán y si hay aumento de riesgo o no. Yo desarrollo la herramienta y otorgo la información al que sabe cómo utilizarla”, indicó Derauw.
"Tan sólo el tamaño y geometría de mi país, es más pequeño que todo Río Negro"
Respecto a la UNRN, manifestó que le llamó la atención en cómo “está dividida por sedes, para así poder abarcar todo el territorio rionegrino. En Bélgica, por ejemplo, hay una universidad por cada gran ciudad. Tan sólo el tamaño y geometría de mi país, es más pequeño que todo Río Negro. En Bélgica hay menos de un cuarto de habitantes de los que viven en Argentina”, ejemplificó.
En cuanto a nuestro país enfatizó que “apenas conocí Argentina, me encantó. Siendo europeo, me llama la atención que el argentino habla español pero hace gestos como si fuera un italiano. Es como si estaría en una mezcla de Europa. En cambio, en América del Norte, el choque cultural es mucho más importante comparado con Europa. Somos más cercanos entre europeos y sudamericanos. El argentino me parece muy agradable y cálido”.
Con 53 años, Dominique es padre de cinco hijos, Doctor en Física de la Universidad de Lieja y Director de proyectos en el Departamento de tratamiento de la señal del Centro Espacial de Lieja. Además cuenta con una Maestría en Optoelectrónica.
