El IRNAD, en colaboración con investigadores de otras instituciones, publicó recientemente un artículo de perspectivas sobre los sistemas forestales en Patagonia Norte, que destaca la implementación de sistemas multifuncionales en estos ecosistemas como elemento esencial para maximizar las contribuciones de la naturaleza a las personas.
El artículo fue publicado en la Sección de Agroecología y Servicios Ecosistémicos de la revista Frontiers in Sustainable Food Systems, e integra resultados de investigación y manejo de múltiples especies nativas durante más de 10 años de experimentos de campo en la región.
Las contribuciones de la naturaleza a las personas (CNPs) incluyen la creación de hábitat, la polinización, la formación de suelos, la regulación de riesgos, la prevención de invasiones y la provisión de energía, alimento, materiales y opciones. En sistemas forestales en que se aplican manejos con cosecha forestal, el estudio muestra que algunas de las CNPs de regulación (como la prevención de invasiones de especies) son máximas cuando no se realiza cosecha, mientras que algunas CNPs materiales (como la provisión de energía -leña) y de regulación (como la prevención de incendios) se maximizan cuando la cosecha es alta. Sin embargo, realizar cosechas intermedias permite una provisión más balanceada del conjunto de todas las CNPs.
“Muchos años de estudio con diferentes especies nos muestran que se pueden mejorar las contribuciones de la naturaleza a las personas llevando a cabo extracciones de biomasa forestal con niveles intermedios”, indica el Dr. Garibaldi, director del IRNAD y autor principal del artículo, y explica que en las estrategias de manejo del bosque resulta fundamental alcanzar un balance entre la provisión de materiales y la conservación de la biodiversidad.
El artículo propone una serie de objetivos para diseñar e implementar sistemas forestales multifuncionales, que incluyen 1) la restauración de bosque nativo en el paisaje; 2) la reducción progresiva y el mejoramiento del manejo de la ganadería y la fauna exótica; 3) la reducción de la cobertura de especies plantaciones forestales exóticas; 4) el manejo de la extracción de biomasa y productos maderables; 5) la incorporación al sistema de alternativas rentables, como la cosecha de productos no maderables del bosque; y 6) el diseño del tamaño y arreglo espacial de los distintos parches de hábitat en el paisaje.
Estos objetivos, comenta la Dra. Zermoglio, investigadora del IRNAD y coautora del artículo, "pueden ser combinados y no son independientes entre sí". Y detalla que “distintas prácticas y estrategias tienen consecuencias a nivel local, pero también a escala de paisaje. Para llevar a cabo la transición hacia sistemas multifuncionales se requiere un manejo integral, acompañado por un planeamiento financiero. Es fundamental que el proceso sea iterativo y participativo, y que cada paso de la transición se alinee con los objetivos de conservación y garantice el sustento de las personas que dependen del bosque a lo largo del tiempo”.
“Actualmente estamos frente a un escenario de manejo colonial del bosque, con distintos grados de degradación, caracterizado por explotaciones función-específicas de hábitats y recursos, que se han enfocado en especies introducidas para cría de ganado y producción forestal” explica Garibaldi. Sin embargo, indica que es posible implementar un cambio de paradigma en el que “debemos apuntar a la multifuncionalidad, a la diversificación dinámica y al mantenimiento de opciones para una mejor calidad de vida, reconociendo y atendiendo las necesidades asociadas a la multiplicidad de realidades del territorio”.
El artículo completo puede leerse aquí.