El Consejo Superior de Programación y Gestión Estratégica de la Universidad Nacional de Río Negro aprobó hoy en sesión extraordinaria la Licencia por Comaternidad, estableciendo que “la docente o nodocente, madre no gestante que acredite vínculo filial, tendrá derecho a solicitar licencia con goce de haberes por el término de sesenta días a contar desde el día nacimiento. La misma podrá solicitar, adicionalmente, la Licencia de Posmaternidad o Parental, por el término de noventa días contados desde la finalización de la Licencia por Comaternidad. Si ambas integrantes de la pareja prestaren servicio en el ámbito de la Universidad, la pareja tendrá derecho a optar cuál de ellas gozará de dicha licencia, comunicando dicha opción en forma fehaciente”.
La norma establece que “el objetivo prioritario de la Licencia por Comaternidad debe responder a resguardar los derechos de las niñas y niños nacidos en el marco de familias comaternales y de sus madres, en condiciones de igualdad en el ejercicio conjunto de la maternidad; en particular en lo que hace a las licencias laborales, cuya finalidad no es otra sino el cuidado de la niña o el niño desde su nacimiento. Que ello, coadyuva a desarmar estereotipos sociales en cuanto a la preeminencia de cualquier progenitor/a frente al otro/a”.
La propuesta se realizó a partir de la necesidad de adecuar la normativa a principios constitucionales y en la participación activa en la construcción de sociedades cada vez más libres, justas e igualitarias, y bajo la necesidad de “promover la sensibilización en materia de grupos vulnerables, brinda herramientas para la realización de prácticas libres de violencia y discriminación que sean respetuosas de los Derechos Humanos y en particular, de la diversidad sexual”.
Al mismo tiempo,la Universidad anunció que “considera necesario un proyecto más amplio que, no sólo reconozca licencias como la de comaternidad, sino que, basado en el concepto de corresponsabilidad que posibilite una distribución de las tareas de cuidado y formación de las/os niñas y niños, más allá de las lógicas heteropatriarcales (que establece que a las mujeres les corresponde asumir casi en exclusiva las mismas desde el nacimiento),
viabilice que los padres se hagan cargo del cuidado de manera activa y autónoma, involucrándose en las tareas cotidianas y rutinarias,más allá de las lúdicas o las prescindibles, posibilitando además un compromiso afectivo vital”.
En ese marco, se indicó “ Que los roles y estereotipos de género se recrean en la práctica social de la división sexual del trabajo, y
resulta imperioso que los contextos institucionales influyan proactivamente en los planes de cuidado de las parejas independientemente de su conformación
ofreciendo incentivos, creando oportunidades y estableciendo referencias de tipo cultural, herramientas en las que se enrola la promoción de una paternidad cuidadora e igualitaria orientada a tales fines, implicando un logro significativo en términos de equidad de género, ya sea para grupos parentales cis o LGTTBIQ+”.
En ese sentido señala que “Las normas heteropatriarcales atentan contra la concepción de familia basada en el interés superior de las niñas y niños, que permite que las dos personas sean las responsables del cuidado de las/los mismas/os, con independencia de quien le haya gestado” y que “las licencias por parentalidad exceden el ser hombre o mujer, padre o madre, gestante o no gestante: una familia se conforma desde el perfeccionamiento de la voluntad procreacional”.
Los gremios docentes y nodocente se han manifestado acompañando la iniciativa en paritarias particulares y de proponer al Consejo Interuniversitario Nacional y a las Federaciones que los nuclean la adecuación de los Convenios Colectivos de trabajo en el sentido propuesto.